Opinión

Fanfarrones, los 10 goberladrones

Por Federico López Ramírez

Es un bluff de los goberladrones. Son unos fanfarrones. Esa es la palabra exacta, fanfarrones, porque “bluff” debe traducirse como engaño.

Parecía una jugada maestra de los gobernadores de la autodenominada Alianza Federalistas. Se propusieron poner en jaque a la Presidencia de la República y terminaron haciendo un ridículo más. Lo verdaderamente grave es que están abandonando sus responsabilidades y se están dedicando a la politiquería en lugar de atender sus asuntos de gobierno verdaderamente importantes. Lo peor es que lo hacen con dinero público.

Intentaron un engaño para marcar la agenda, presionar para negociar mejores condiciones presupuestales para beneficiar sus gobiernos, que no a los ciudadanos donde gobiernan, pero sus presiones fueron bateadas por el presidente y terminaron atrapados en su propio engaño.

El ultimátum parecía genial. Se suponía que debía provocar una crisis política o estar al borde de ella para poder negociar, así, en mejores condiciones; sin embargo, su acción fue vista como una acción concertada, una acción más de presión  para lograr más dinero. Pero fallaron.

Fallaron porque su propuesta nace de una burbuja donde ellos habitan. Una burbuja, en la que, los intercambios de ideas y estrategias predomina un pensamiento único y obsesivo que los obnubila y los vuelve incapaces de observar con objetividad al resto del país.

Su propuesta era tan absurda que terminó por sorprender a sus propios partidarios que no supieron cómo reaccionar y terminaron por ser avasallados por la sensatez de la opinión mayoritaria.

Desde la perspectiva legal están condicionados por su pasado, pues la ley de coordinación fiscal data de los tiempos de cuando ellos fueron gobierno (2007) y donde varios, incluso hoy gobernadores, la votaron siendo éstos representantes populares.

Desde la perspectiva política hasta ellos mismo se asustaron al imaginar el despertar del monstruo de las tendencias separatistas. Jorge Fernández Menéndez escribió (Excélsior 28-10-2020): “La carta que juega (Enrique) Alfaro también es altamente peligrosa: una consulta sobre el Pacto Fiscal puede terminar alimentando tendencias separatistas que, no nos engañemos, siguen enquistadas en muchas regiones del país.”

Gabriel Quadri se voló la barda al publicar un tuit donde pone de manifiesto que la derecha vive en su burbuja esquizofrénica que oscila entre la tragedia y la comedia, el tuit no tiene desperdicio, y textualmente dice: “¿Mandará López al ejército (sic) a reprimir la secesión de los estados de la Alianza Federalista? ¿Iniciará una guerra civil?”, después de leerlo uno sólo se pregunta ¿De cuál fumó?

Promover una idea separatista, en México, conduce inexorablemente a otra idea antagónica, anexionismo (separase de unos para unirse a otros, difícilmente en mantener la independencia). Anexionismo a los Estados Unidos. Francisco Abundis, de la empresa Parametría, nos recuerda que un 20% de los mexicanos considera positivo separarse del pacto federal y anexionarse a los Estados Unidos.

La reacción burlesca de las redes, y los ciudadanos en general, obligó a los gobernadores, de ideas peregrinas, muy cercanas a los que propone Frenaaa y, más matizadas pero similares, de Sí por México, a cambiar su postura y desactivar su ultimátum para convertirlo en una simple solicitud de audiencia al Ejecutivo federal.

Vía tuiter los gobernadores –que parece que no tienen más que hacer- aclararon: “La fragmentación de México nunca ha estado en la agenda de la Alianza Federalista. Buscamos la edificación de un federalismo funcional y respetuoso que devuelva a estados y municipios más recursos que ahora. Solo exigimos lo que por justicia nos corresponde.”

Sin embargo, las burlas estaban a todo lo que daban en las redes y la imaginería comenzó a buscar los posibles nombres de las futuras republicas separatistas. Por ejemplo -se dijo- que podrían formar la República del Río Hondo, Charrotitlán, Momiolandia, República del Corral, entre otros nombres, que si se juntaban –el periodista Pedro Miguel- les sugirió el nombre de República de Curruptitlán.

A Colima, el académico Luis Armando Fuentes y Adalberto Carvajal, ni siquiera le dieron categoría de república independiente sino que éste pasaría a ser el municipio más grande de occidente  de la republica que fundaría –eventualmente- Enrique Alfaro. Es decir, que Colima con el gobernador más inepto de nuestra historia, lo que lograríamos sería una degradación de nuestro estatus. Divertida la charla de Fuentes y Carvajal en el feis.

Lo aprendido de esta escaramuza es que el pensamiento de la derecha está extraviado, no dimensionan lo que está pasando. Si nosotros vimos en su momento que Frenaaa es una ridiculez en grado superlativo la verdad es que la expresión política de la vida real que son los gobernadores de 10 estados de la República demuestra una cosa, para desgracia de ellos y de quienes de buena fe los apoyan, que están a la misma altura del pensamiento esquizofrénico de Frenaaa.

México estaba, a nivel nacional, en manos de estos tipos ridículos incapaces de hacer política que sólo saben estirar la mano y pedir dinero.

Hoy les dijeron: no hay. Y no saben qué hacer pues están demostrando que carecen de talento, imaginación y voluntad.

 

 

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