Opinión

Estación Esperanza – 1er Año De Resultados

Por: Vladimir Parra Barragán

“Al crear reglas y límites para la utilización del agua, el manejo colectivo de este recurso garantizaba su preservación y acceso equitativo. Sin embargo, con la llegada de la globalización, el control de la comunidad sobre el agua está erosionándose y cediendo el paso a la explotación privada.”
—Vandana Shiva

El 26 de noviembre de 2021, recibimos con gran emoción, la encomienda depositada en nosotros por parte nuestra Gobernadora Indira Vizcaíno, de encabezar la una Institución tan importante como lo es la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de los municipios de Colima y Villa de Álvarez (CIAPACOV). Fue un momento cargado de emoción, pues creemos firmemente que garantizar el derecho humano agua, es una tarea primordial para la salud, para garantizar una vida digna y el bienestar.

Por otro lado, dimensionar la complejidad del reto de dicha encomienda era intimidante pues comprendemos la importancia del líquido vital en todas las cuestiones de nuestra vida diaria, desde la higiene hasta la alimentación, así como el reto que enfrenta la humanidad ante el tema del agua potable, las dificultades de garantizar un acceso igualitario a ella, así como a su saneamiento (pues debe contar con la calidad necesaria para que sea apta para su uso humano).

Aunado a ello, la complejidad de las problemáticas heredadas: un contexto neoliberal en el que se buscó el debilitamiento de esta Institución pública, con miras a la privatización de los servicios con una visión enfocada al lucro y al agua como una mercancía. Así mismo, el abandono y el olvido de la infraestructura hidráulica de ambos municipios de la zona metropolina de hasta 70 años y una complicidad mal encausada con el Gobierno del Estado, llevó a que en el pasado, a CIAPACOV se le considerada como su “caja chica”.

Hoy por hoy, a un año de haber recibido dicha encomienda, la transformación de fondo está presente en el Gobierno que encabeza nuestra Gobernadora Indira Vizcaíno, el cual ha permitido a CIAPACOV acabar con los privilegios y garantizar la justicia social a través de una corresponsabilidad que busca cobrar lo justo tanto a grandes como pequeños consumidores del agua. Esto permitirá abatir la cartera vencida y consolidar el rescate financiero de nuestra Institución, además de continuar modernizando las redes de agua y alcantarillado, mejorar la atención a usuarios, terminar con el rezago y el olvido en el que se tenía a las comunidades rurales, rescatando equipo que ya había sido deshechado, apoyando la economía popular y el acceso al agua potable a través del rescate de las plantas purificadores y así, poder avanzar en garantizar el derecho humano al agua en toda su integralidad. Aspectos en los que profundizaremos en la próxima “Estación Esperanza” ¡Hasta entonces!

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