Opinión

Anclados en el pasado

Por Federico Lòpez Ramìrez

En el voto diferenciado que ejercieron los ciudadanos colimotes botaron a los amigos de los políticos, a sus parientes, a los delincuentes, además a los partidos corporativos que pretenden continuar lucrando con la venta de sus agremiados.

Ese es el caso de Nueva Alianza que recibió una alta dosis de realismo al ser botados, cuando ellos esperaban ser votados, y Colima les dio una gran lección a los lìderes charros que, ya forman parte del pasado, pero se resisten a morir con decoro porque quieren continuar lucrando con la dignidad, los valores y los derechos de sus agremiados.

Nueva Alianza en coalición con Morena pusieron en escena uno de los dramas màs rancios de la política del pasado: la política de intercambio de cuotas, posiciones políticas, de puestos y prestaciones inconfesables, propias de las épocas corporativas.

En 1988 el magisterio puso en alto la dignidad magisterial al haber sido un gremio que cambiò el rumbo de la historia del Mèxico corporativo. Votò entonces en contra de Carlos Salinas de Gortari lo hizo perder y el Estado tuvo que recurrir a todos sus recursos para imponerlo en la presidencia, fraudulentamente por supuesto, al candidato del PRI. El sindicato poco a poco trajo consigo una enorme transformación que dio como resultado la organización de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educaciòn.

Colima es uno de los ùltimos reducto de los charros que aspiran a mantener sus privilegios, a toda costa, pero sobre todo por las vìas màs inmorales y antidemocráticas que todavía perviven en nuestra sociedad. Morena en un afán político de manifestarse “plural y democrático” hizo alianza con el Panal, y dentro de los buenos resultados de la elección, està el rechazo de la sociedad a estos vividores de la política. El Panal le aportò a la coaliciòn de Morena algo asì como 4 mil votos en todo el estado. Muy lejos del nùmero de agremiados que, tanto las secciones treinta y nueve y sexta, cuentan en sus plantillas de afiliados. Esto significa que el magisterio se manifestó contrario a que un puñado de vividores negocien con otros sinvergüenzas sus prestaciones y derechos diáfanamente consignados en las leyes de la materia.

El voto de los maestros fue toda una muestra de civilidad y alto nivel de politizaciòn que, siempre han tenido, y que hoy en dìa, sabe distinguir, con mucha claridad, lo que corresponde a un evento que compete a toda la sociedad de uno estrictamente gremial. Los maestros les dijeron no a los políticos que siguen pensando en el pasado que Mèxico continùa siendo corporativo. No se han dado cuenta que ese Mèxico ya se fue. No hubo voto corporativo como ellos pensaban en su rancia mente.

Felicidades a los maestros por reivindicar su alto nivel de politización y de vocación democrática al haber abandonado al Panal y votado conforme a su conciencia y con libertad. Dieron clase también fuera del aula.

Alguien debe informarles a los del Panal y a los de Morena que el corporativismo fue uno de los grandes derrotados en 2018 pero su declive empezó desde 1988. Què pactos habràn realizados estos rancios políticos que, anclados en el pasado, quieren negociar con la dignidad de los maestros. Tal pareciera que pretenden mantener, con base en un pacto secreto, los regímenes especiales que tanto daño le han hecho a las finanzas del gobierno estatal y solo sirven para promover la corrupción. El tiempo nos dirà con precisión que pretendieron con este pacto, propio de las mafias incrustadas en el poder político, pero todo señala que aspiran a continuar medrando con el presupuesto.

Por lo pronto, los ciudadanos, entre ellos los maestros, le dijeron no al Panal, y èstos últimos, contribuyeron ínfimamente con la alianza con Morena, pues a la luz de los resultados electorales, terminò siendo una alianza suma cero porque la eliminación de la corrupción es el punto nùmero uno de la sociedad mexicana.

Los morenistas se aliaron con corruptos enlodados y terminaron manchados, y lo peor, sin votos, solo la melancolía que pretende sostener un pasado rancio y podrido que vive tan solo de sus épicas hazañas cuando aprobaron la ley del Issste (2007) y la mal llamada Reforma Educativa como parte de las reformas estructurales de Peña Nieto. ¿Habìa necesidad de insultar a un gremio combativo y respetable?, la respuesta es no, por supuesto. Vendràn nuevas batallas en el futuro inmediato.

La asociación Panal-Morena es un ancla en el pasado, pero la sociedad los puso en su lugar. Què van por el botìn eso ya lo sabìamos. Que lo logren eso està por verse.

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