Lo que el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez otorgó a Rogelio Rueda Sánchez, según publicación del periódico digital Avanzada Diario aparecida el día de hoy, fue una patente a aspirante para ejercer el notariado de Colima.
Hay varios requisitos que impone la Ley del Notariado de Colima para aspirar al ejercicio de notario, entre ellos, dice el art. 82 fracción V:
Acreditar ser persona honesta y tener buena conducta.
De acuerdo a la referida ley, según el Artículo 83, la cualidad de honesto se comprueba:
– por información testimonial de dos testigos idóneos y
– de representación social,
– mayores de treinta y cinco años y
– radicados en el Estado al menos diez años antes de rendir su
testimonio,
– recibida con audiencia del Ministerio Público y
– del delegado del Consejo de Notarios quien a su vez puede rendir
pruebas en contrario.
Separé esquemáticamente, con fines de un mejor entendimiento lo que en un solo párrafo el artículo 83 establece como medio para comprobar la honestidad.
Al analizarlo así, me pregunto:
a) ¿Quién se prestó a ser su testigo? Pero no cualquier testigo, sino que tuviera el atributo de tener representación social; algo que compromete la credibilidad de quien goza de esta cualidad ya que se trata de representantes de alguna organización como una ONG, alguna organización civil pro-derechos humanos, ambientalista o hasta el mismo defensor de los derechos humanos de nuestra comisión estatal.
De veras, quién en su sano juicio hablaría a favor de la honestidad y conducta intachable de un político que ha estado más asociado a la corrupción que a actos probos o de de buena fe; estas últimas, cualidades inherentes e intrínsecas a un notario.
b) Por otro lado, ¿quién fue nombrado delegado del Consejo de Notarios para recibir la información testimonial de quienes dijeron que les constaba que Rogelio Rueda es un hombre honesto y que ha observado una buena conducta?, ¿Así sin más, la dieron por buena?
¿Saben quién es el presidente del Consejo del Colegio de Notarios del Estado de Colima? Carlos de la Madrid Guedea (2018-2020), notario público número 3 de Colima, e hijo del difunto Carlos de la Madrid Virgen quien fuera gobernador de nuestro estado. ¿Cómo es posible que el delegado nombrado por dicho presidente o el consejo, no haya objetado nada respecto a los dichos de los testigos, más aún, tratándose de una patente a la que aspira en su ejercicio un actor político de conocida y oscura trayectoria en Colima?
Solo habría que repasar el mensaje que nuestro mismo gobernador José Ignacio Peralta Sánchez pronunció cuando tomó protesta, en diciembre de 2018, al Consejo del Colegio de Notarios encabezado por Carlos de la Madrid Guedea:
«…los notarios ejercen una función sustantiva en la dimensión patrimonial de la sociedad, por lo que el ejercicio de ésta, implica la acreditación de notables virtudes personales y profesionales.»
«…sostuvo que la actividad notarial posee un prestigio especial en la entidad, por lo que refirió que quienes asumen esta función son apreciados como profesionistas probos en su actividad privada, pero también dotados de ética y calidad en la vida pública, como lo han demostrado en diversas ocasiones.»
(https://diariodecolima.com/…/2018-12-03-toma-protesta-gober…)
En palabras del gobernador valdría la pena hacernos la siguiente pregunta: ¿Es Rueda, un hombre de notables virtudes personales y profesionales, dotado de ética y calidad en la vida pública?
A qué grado ha decaído el notariado de Colima, que se presta a los juegos perversos de un gobernador desacreditado en su gestión y reprobado por la ciudadanía colimense. De qué virtudes puede gozar el notario presidente del consejo del Colegio de Notarios que compromete la credibilidad y el virtuosismo del gremio notarial al no haber objetado nada en contrario. Más bajo no podría haber caído una organización notarial.
Como dijera Vladimir Parra cuando se aprobó el dictamen de la deuda por parte de Rogelio Rueda y sus compinches: es una chicanada… un chiste.
