“Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
unos es el rostro del amor”.
Mario Benedetti, cada ciudad puede ser otra.
Hace unos días el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó a la nación los avances en el camino por la transformación de México, a dos años de gobierno. Avanzar por el sendero no ha sido fácil, se ha tenido que enfrentar el grave problema de la corrupción y contraponerle la virtud de la honestidad, que, como dice el Presidente: es la mayor riqueza de nuestro pueblo.
En Colima, el camino también ha sido difícil; pues nos enfrentamos a quienes se creen amos y dueños de la entidad, una mafiecita del poder enquistada que se resiste a morir y que llevan ya más de 90 años en el poder. No obstante, contamos con militantes que con valor e incluso hasta con el riesgo de su propia vida, han puesto ejemplo de cómo es que tiene que gobernarse para la gente.
Ese es el caso de Griselda Martínez, alcaldesa de Manzanillo, que ha puesto en práctica los principios de nuestro movimiento: “No mentir, no robar, y no traicionar al pueblo de México”.
Preceptos que ha seguido al pie de la letra con las medidas de disciplina financiera y rendición de cuentas que ha desarrollado con el dinero de todos los manzanillenses. Hoy, el de Manzanillo, es el único municipio con finanzas sanas. Sin endeudar a la gente ha hecho obra pública, ha rescatado los espacios de todas y todos los manzanillenses, ha pagado los aguinaldos adelantados durante dos años de su administración en contraposición con lo que hace el desgobierno de Nacho Peralta. La lucha frontal de Griselda Martínez contra la corrupción en el puerto la llevó a ser víctima de un atentado el año pasado.
Podemos decir que Griselda Martínez ha desarrollado un gobierno ejemplar. Entre los logros que podemos destacar se encuentran:
La inversión de 47.2 millones de pesos para fortalecer la seguridad pública municipal con el fin de contar con una policía mejor equipada, capacitada y certificada para cuidar la seguridad y el patrimonio de las familias manzanillenses. Es una cifra récord en la historia de Manzanillo. Emblemática acción fue, por ejemplo, la decisión que tomó la alcaldesa de apoyar a los manzanillenses que retiraran dinero para que estos no corrieran ningún riesgo.
Con la depuración que se hizo de varios elementos policiacos, se cuenta ahora con un cuerpo policiaco más confiable y con mejores condiciones laborales, pues es el único municipio con el 100 por ciento de sus elementos de seguridad acreditados; además, disponen de unidades modernas, pues casi 80 millones de pesos se destinaron a la compra de 136 patrullas para los servicios de seguridad.
Además, el ayuntamiento contrató guardavidas para cuidar a los bañistas locales y turistas que visitan las playas, equipándolos con cuatrimotos, jetskys, botiquines y desfibriladores para estar preparados ante cualquier emergencia.
La dimensión y sensibilidad social que tiene la Presidenta, le llevó a que durante la contingencia sanitaria, diera alimentos de manera diaria a 4 mil 750 personas que se quedaron sin empleo. Con ese esfuerzo se garantizó su derecho a la alimentación.
Por si fuera poco, es el único municipio que apoya a los campesinos con obras para fortalecer la economía en las comunidades rurales.
Además, destinó 8.7 millones de pesos en equipamiento para reactivar la economía con esquemas solidarios, desde abajo.
A diferencia de otros gobiernos que pretenden privatizar todo lo que pueden, Manzanillo es el único municipio con un rastro modernizado y certificado para garantizar la salud de los manzanillenses y la higiene de la carne que consumen.
Manzanillo es el municipio que más ha invertido en obra pública, con una cifra histórica de 270 millones de pesos en más de 200 obras para beneficio y bienestar de las familias porteñas; como los 8.7 millones de pesos que se invirtieron para mejora de las instalaciones deportivas y los 27.9 millones de pesos en mejora del alumbrado público con la instalación de más de 8 mil luminarias de tecnología LED.
También, rescató los espacios públicos para que estos sean ocupados por los manzanillenses en actividades que fortalezcan el tejido social. Como ejemplo, podemos referir la instalación de más de 100 murales artísticos; este esfuerzo permite la rehabilitación de los espacios públicos e invita a los ciudadanos a reapropiarse sitios seguros y dignos. Con ello, también se genera un ambiente propicio para el comercio y el turismo. Griselda Martínez ha otorgado con su estrategia de espacios seguros, alegres, en uso y en paz para el disfrute de los habitantes de Manzanillo.
En materia cultural, el arte llega a las colonias, delegaciones y comunidades, pues se han realizado 343 presentaciones artísticas y 88 talleres de expresión para desarrollar el talento de niños, niñas y jóvenes.
Griselda también cumplió el compromiso del pago puntal de prestaciones a los trabajadores, sin la necesidad de endeudar al municipio o comprometer el patrimonio de las familias manzanillenses; pero sobretodo, le cumplió a la gente que votó por ella.