Once horas con cinco minutos, marcaba el reloj. En el ingreso había un pequeño dispositivo de seguridad: cuatro guardias cuestionaban a quien quisiera ingresar al Archivo Histórico de la Universidad de Colima. El acceso estaba controlado. Soy de prensa, le dije. “Muéstrame tu credencial”… lo hice, anotó mi nombre en su dispositivo móvil y me dejaron entrar. La calle aún estaba vacía. Minutos después, el cerco de seguridad se robusteció pues un grupo de estudiantes, profesores y trabajadores despedidos comenzaron una protesta mientras, adentro, algunas personas murmuraban y en las autoridades universitarias los gestos del rostro cambiaron. Una mirada del rector a su personal de confianza bastó para que el círculo de seguridad se cerrara y nadie pudiera entrar al edificio en el que hace varias décadas se fundó la Universidad Popular de Colima.
En el presídium, Ricardo Peralta Saucedo, subsecretario de Gobernación del Gobierno de la República, comenzaba a disertar sobre la autonomía de las instituciones del país y en especial de las universidades. Al iniciar con su exposición saludó a los presentes. “Especialmente”, dijo, a “mi amiga” la diputada federal Claudia Yáñez Centeno; luego, a manera de prefacio, sentenció: “si no se respeta la autonomía de las Universidades, la exposición de las ideas, la universalidad, la pluralidad, la discusión de las ideas se pone en riesgo a las instituciones… ningún Poder del Estado puede involucrarse en la vida universitaria, solamente los universitarios pueden involucrarse en la vida universitaria”. La concurrencia se desvivió en aplausos.
Peralta arrancó con su exposición. El recurso, unas diapositivas en powerpoint. Habló de la autonomía de las instituciones, su vigencia y su papel en la vida democrática de México. En el público, estaban algunos diputados locales de la Cuarta Transformación: Claudia Aguirre escudaba a su homónima de apellido Yáñez, Memo Toscano buscó refugio en la segunda fila, junto a sus pares priístas Malú Berver, Liz Rodríguez y Rogelio Rueda. El coordinador de la bancada tricolor grababa algunas frases del discurso de Ricardo Peralta. Vladimir Parra entró al salón más tarde que sus compañeros de legislatura. Cuando el coordinador de la bancada de Morena se aposentó, el subsecretario de Gobernación hizo una breve pausa en la lectura de sus diapositivas y lanzó algunas líneas para reflexionar: “la autonomía universitaria no implica independencia; tiene que haber libertad y se deben discutir todos los temas, aunque a algunos no les guste… si a alguien le da comezón hablar del tema (el acoso), que se rasque… en las Universidades no debe haber impunidad, se debe discutir y debe haber libertades…”
“La autonomía es una garantía para el cumplimiento de las funciones públicas, sin duda; pero, no nos confundamos entre esa autonomía y la efectividad de sus acciones frente a la colectividad. Es ahí donde debemos empezar el debate. Los debates en México se tienen que dar, aunque sea políticamente incorrecto. Nunca más una mordaza a ninguna persona en este país, aun siendo servidor público. Tenemos que hablar de todo, aunque sea incómodo para algunas personas”. Esta segunda interrupción de Ricardo Peralta a su disertación fue un mensaje para la élite universitaria, que, minutos antes había aplaudido el hecho de que el subsecretario de Gobernación dijera que “sólo los universitarios debían decidir su propio destino”. Así, ayer hubo mensaje para quienes se resisten a las transformaciones actuales y también para quienes no han encontrado una forma de diálogo mesurada.
Los asistentes escuchaban atentos a Ricardo Peralta que seguía las líneas de su exposición. Luego, gritos lejanos y el silencio se rompe: “transparencia en el FOSAP, transparencia en el FOSAP, transparencia”, “los estudiantes lucharemos para que nunca en Colima se lucre con la educación”. El cerco de seguridad había fallado. Ingresaron al Archivo Universitario estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas, algunos catedráticos y catedráticas universitarias –entre ellos Ricardo Navarro- y un grupo de trabajadores encabezados por el ex líder del SUTUC, Leonardo Gutiérrez Chávez. Voces disidentes que pudieron dejar constancia –en algunos casos con documentos que le fueron entregados- al subsecretario de Gobernación de que en la UdeC se realizan prácticas de mordaza, persecución, acoso laboral, acoso sexual y falta de transparencia.
Cuando los manifestantes se acercaban a Ricardo Peralta, la cúpula universitaria intentó arroparlo y evitar que estos llegaran al funcionario federal. Se acomodaron en el Presídium, lo cercaron y comenzaron con un rosario de fotografías del recuerdo. Al final, Peralta se hizo a un lado y escuchó las voces disidentes, se fue con la promesa de analizar los casos que llevaba en la carpeta. Atrás, el rector José Eduardo Hernández Nava, preguntaba por el Secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa González, y le pedía a alguien que lo buscara y preguntara si ya sacaban al funcionario federal del recinto. “Ya se salió Arnoldo”, dijo una voz que no pude identificar.
“Se deben discutir esos temas al interior de la Universidad”, insistió varias veces el funcionario a la disidencia y a la cúpula que escuchaba a la zaga. “Ya debería haber foros, discusiones, hablar de la vigencia de la Ley Orgánica y la propuesta de reforma, hace cuánto que se presentó”, decía el investigador Ricardo Navarro… “discútanlo en los Consejos, en la Universidad”, respondía el subsecretario de Gobernación.
Ya veremos si se abren o no esas discusiones.