El Oscuro Páramo: Abogada con A: Crece la economía de Colima
Qué paradójico debe ser para el agonizante establishment político colimense que la Gobernadora Indira Vizcaíno, sin ser economista, esté superando a la mitad de su camino los logros en materia económica de los últimos 30 años de administraciones del PRI en la entidad.
El anuncio de ayer de la Gobernadora en los Diálogos por la Transformación sobre los montos históricos en exportaciones e Inversión Extranjera Directa marcan un momento clave para la economía de Colima, en circunstancias donde quienes se resisten a la transformación insisten en impulsar narrativas de crisis, convocan a marchas a las que nadie acude y difunden bulos informativos en torno a temas sensibles como la seguridad.
El golpe de realidad es mayúsculo: si estos bulos, si estos escenarios catastrofistas, si estas diatribas fueran ciertas… ¿confiarían las y los empresarios la inversión de su dinero en una entidad en “crisis” como lo afirman, un día sí y otro no, los voceros del viejo régimen asentados en sus anquilosadas estaciones de radio?
Por supuesto que no y ese es un mérito por cierto, de una gobernadora que siendo abogada con a, ha podido estabilizar un Gobierno heredado en una profunda crisis financiera, institucional, de seguridad y con un sistema de salud en el completo abandono.
Pero vayamos a los datos:
Colima tuvo en 2023 un crecimiento del Producto Interno Bruto Estatal de 4.1%; durante 2024, es la segunda entidad con mayor crecimiento en la Región Pacífico, lo que significa un avance superior al promedio nacional (3.3%) y al promedio de esta Región (2.6%). En el concierto del país, Colima es la economía número 11° con mayor expansión económica.
Este aumento en la economía refleja una mayor competitividad del estado, consolida las perspectivas de sectores clave como la minería, la industria química y la de bebidas que son los orígenes de la inversión extranjera directa que está por alcanzar el mayor registro en la historia de la entidad.
Les cuento por qué: en el año 2010, Colima recibió 265 millones de dólares de inversión extranjera directa, en los 365 días del año. Sin embargo, en 2024, sólo a septiembre, la entidad recibió 261 millones de dólares en inversión foránea. Esperemos cómo cierra la cifra, pero desde ahora, el Gobierno de Indira Vizcaíno, se está colocando en en el podio de la bonanza económica de los últimos 5 sexenios.
Y no ha sido fácil.
Porque ha implicado la construcción de un modelo basado, con sus paralelismos, en el #HumanismoMexicano del Presidente López Obrador –continuado y profundizado por la Presidenta Sheinbaum– en el cual se fortalece la economía desde la base, “se riega desde abajo”; se impulsan programas de justicia educativa como #ColiBecas; se extienden los alcances de los Programas para el Bienestar como la Pensión Colima Bienestar para Personas con Discapacidad; se cuida los recursos estatales como no se había hecho; se genera confianza en quienes, desde su trinchera, buscan crear oportunidades, empleos dignos y prosperidad compartida; y, gracias a una coordinación sin precedente, se impulsan proyectos de infraestructura con el Gobierno de la Presidenta Sheinbaum y mediante concesiones estatales que no comprometen los ingresos locales.
Que la economía de Colima crezca es un mérito del Gobierno Transformador de Indira Vizcaíno… hoy parece que uno de los retos principales ha sido superado por la Gobernadora, a la mitad de su sexenio. Ahora resta el otro monstruo, la hidra de 7 cabezas en materia de seguridad. Las y los colimenses confiamos en que con el cambio de Secretario de Seguridad incrementen los resultados en materia de construcción de la paz.
El escenario está puesto porque, aunque la Presidenta ha insistido en que se mantiene el modelo de “Abrazos, No Balazos”, los primeros meses del Gobierno de México nos han dejado ver que, a la hora de accionar contra la delincuencia, sí hay diferencias profundas.
El primer paso en nuestra Colima ya está dado: la paz es producto de la justicia social, la economía es la base de esa justicia y aquí ya hay avances que ya son palpables.