En la elección de los nuevos consejeros, no hay duda, que Lorenzo Córdova Vianello, Ciro Murayama y Marco Antonio Baños actuaron como mafia al pretender colocar, en las cuatro vacantes, a incondicionales que perpetuaran su control del Instituto. Ahí es donde radica el centro del asunto y la forma en que se resolvió.
Baños, Murayama y Córdova están luchando por conservar: sus altos salarios, ganar más que el presidente; manejar discrecionalmente el presupuesto del INE en contubernio con el PRIAN; aplicar en forma laxa la ley, en cuanto a los requisitos para el registro de las nuevas asociaciones y partidos políticos, que están demandando su registro; servir de tapadera cuando se trate de realizar investigaciones en el empleo de recurso públicos y privados en las campañas; y en general, actuar en consecuencia con los dictados oficios de sus jefes, el PRIAN.
Su estrategia
Echaron mano de la famosa figura de la sociedad civil para manipular el proceso (Comité Técnico de Evaluación le llamaron). Simularon una actuación transparente y democrática de académicos, de gran reputación, que pretendieron manipular las quintetas de los ciudadanos aspirantes al cargo.
El procedimiento fue sencillo: optaron por eliminar al máximo los perfiles de aspirantes de reputación intachable y democrática; realizaron exámenes y procedimientos sesgados, destacándose, que no se pusiera en el plano de la critica las actuaciones concretas del Instituto (INE) y; la más infame, pretendieron primero proyectar y finalmente nombrar a sus herederos, que incluso resultaron, en el colmo del cinismo, parientes de los actuales consejeros.
Afortunadamente, esto fue puesto a la luz pública por John Ackerman, que los chayoteros trataron de hacerlo ver como un hombre inmaduro, cuando la verdad era todo lo contrario. Lo hecho por Ackerman fue de una valentía civil de gran aprecio.
Lo que se frenó
Se impidió que los “prestigiados académicos” impulsaran, por consigna, a sus cuadros incondicionales, pero que habían intervenido en hechos antidemocráticos, por ejemplo, John Ackerman expresó, que se pretendió la inclusión de Javier Aparicio, quien trabaja en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y se le acusa de haber participado en el fraude electoral del Estado de México en la elección de 2017 o la adición de la prima hermana de Ciro Murayama: Alma Eunice Rendón, entre otros casos.
En la práctica pretendían imponer los nombramientos de los consejeros y que la tarea de los diputados se limitara a la mera aprobación formal, es decir, relevar el trabajo de los legisladores; sin embargo, su estrategia fracasó. Pues los diputados terminaron ponderando tres casos de perfiles ciudadanos confiables.
Los excesos de Muñoz Ledo
Porfirio Muñoz Ledo se excedió al llamar golpistas a los diputados de Morena y del PT cuando éstos se inconformaron por los sucios manejos de los “académicos”, la mafia del INE y los diputados del PRIAN que pretendían imponer a sus incondicionales y así perpetuar su control sobre el INE y manipular las próximas elecciones.
La verdad es que Muñoz Ledo está posando para la historia, lo que dice y hace, “aparentemente crítico”, no es otra cosa que su intención de ser recordado como un gran demócrata –a lo que tiene derecho, dicho sea de paso-; sin embargo, lo cierto es que es un hombre con una salud muy disminuida y que no tiene la fuerza para enfrentar los trabajos que los momentos intensos que estamos viviendo demandan. Sus mejores momentos pasaron y hoy él posa para la historia.
La fracción parlamentaria de Morena y el PT estuvieron a la altura de las circunstancias y gracias a su reacción política pudieron fortalecer la posición de Mario Delgado para que éste pudiera echar abajo las intenciones del PRIAN, al depurar las quintetas propuesta por el Comité Técnico de Evaluación y eliminar a los candidatos de la mafia del INE y del PRIAN y proponer una cuarteta de nuevos consejeros con perfiles decorosos y ciudadanos.
La duda metódica
De los cuatro nuevos consejeros llama la atención Claudia Audry Humphrey, que trabajó para Alonso Lujambio y para el PAN, sin embargo, es conveniente señalar también que esta mujer en los últimos 18 meses se venía desempeñando con funcionaria de la Unidad de Inteligencia Financiera al lado de Santiago Nieto y, hasta ahora, no existen indicios que haya cometido alguna traición o algo por el estilo. Se supone que ella es la propuesta del PRIAN como cuota corporativa.
Tanto Norma Irene Cruz Magaña, Fernando Faz Zamora, Uc-Kib Espadas Ancona y Claudia Audry Humphrey tendrán su prueba de fuego cuando se dictaminen los próximos registros de los partidos Redes Progresistas y México Libre. En estos dos casos ellos tendrán que aplicarse con rigor legal y veremos quien tuvo la razón. Especular está de más.
Se evitó el reparto de las posiciones con base en el esquema de cuotas proporcionales al dominio de los partidos en el Congreso. Eso en sí es una ganancia.
La buena noticia
La salida del INE de Marco Antonio Baños, el señor de los fraudes; Benito Nacif Hernández, el avaro consejero, y Enrique Andrade González, todos operadores políticos, abiertamente a favor del PRI y del PAN; destacan, el primero en sus descaradas defensas del PRI y ser el verdadero presidente del INE –pues Córdova Vianello sólo cubría las apariencias- y el segundo en su servilismo abyecto al PAN.
La cuarta consejera saliente, Pamela San Martín, tuvo un, digamos, decoroso desempeño.
El antídoto
Morena tiene la obligación en el próximo periodo de sesiones del Congreso aprobar un presupuesto que reduzca drásticamente el presupuesto a los partidos y sus campañas, por un lado, y, por otro, que la sociedad se mantengan vigilante y alerta para que se contengan las campañas negras que el PRI y el PAN, hoy convertido en BOA, son expertos.
Si, el INE, es un tejedor de fraudes, la sociedad debe ser la Penélope que los deshaga con su participación política, como hasta ahora lo ha hecho.