El error de Esmeralda Cárdenas: su hipocresía

Esmeralda Cárdenas Sánchez pasó a ser la exsecretaria del ayuntamiento del municipio de Colima. ¿El motivo? el fuerte escándalo y polémica que causó una publicación suya al COMPARTIR DE FORMA ABIERTA Y PÚBLICA una cita bíblica en su cuenta de Facebook cuyo mensaje hace un llamado a no practicar la homosexualidad ya que es un pecado detestable.

Muchos de sus seguidores en FACEBOOK que se fueron en defensa de Cárdenas alegaban que es su cuenta personal y que en ella tiene todo el derecho de expresarse libremente; solo que se les olvidó algo:

1. La cuenta no es privada, está configurada como pública, y el afán de la misma es de difusión y promoción de la creencia religiosa de la exsecretaria. Su posición como servidora pública de primerísimo nivel dentro del ayuntamiento la expone a un escrutinio mayor que al de una persona privada como usted o como yo, y a un umbral menos riguroso de derechos humanos tratándose del tratamiento de su privacidad por ser figura pública y de obvia notoriedad; así lo indican claramente jurisprudencias nacionales e internacional en esta materia;

2. Por el tipo de funciones que realizaba en el ayuntamiento podría decirse que su responsabilidad era cuidar de la imagen del Presidente Municipal; tan es así, que en sus ausencias era la encargada del despacho; era su gente de mayor confianza y en quien recaía el cuidado del vínculo de la comunicación del edil capitalino con la sociedad colimense; por lo que su actuación debía ser congruente tanto en lo público como en lo privado, ya que lo que representa políticamente no termina con un horario de trabajo, sino se ve reflejado en los actos de su vida diaria, más cuando está sometida diariamente al escrutinio público;

3. Por otro lado, el partido del que forma parte, MOVIMIENTO CIUDADANO, ubicado dentro de la ideología política SOCIALDEMÓCRATA se desprenden principios como el pluralismo, progresismo y tolerancia; por lo que resulta incongruente y hasta cierto punto deshonesto, que Cárdenas estuviera adherida a un partido donde SIMULÓ congeniar con sus valores y principios pero en la práctica su ideología era diametralmente opuesta.

Concluyo, el error de Cárdenas, no son sus creencias religiosas, el error de Cárdenas es su incongruencia traducida en simulación o mejor dicho hipocresía, que le llevó a una ofensa grave al hacer público su desdén hacia un sector minoritario de la población que ha sido estigmatizado por tanto tiempo y que ha venido luchando desde distintas arenas para allegarse de los derechos humanos que le fueron negados por tanto tiempo y que en la última década le han venido siendo reconocidos.
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A propósito, esta doble cara es una afección común de nuestros políticos.