¡Ah, la maravillosa danza de los partidos opositores *PRI-PAN-PRD*, siempre sorprendiéndonos con su innovadora interpretación de la democracia! Sus listas plurinominales son como una obra de teatro tragicómica, donde el compadrazgo y las castas políticas se entrelazan en una trama digna de un culebrón.
En esta emocionante producción, los protagonistas no representan al pueblo, sino más bien a sí mismos, alimentando la narrativa de que la política es un juego de elites donde el verdadero premio es vivir del erario ¿Oh No?
Ricardo Anaya, el trotamundos que ha pasado el sexenio acumulando millas fuera del país, regresa al escenario político para demostrar que las acusaciones en su contra no caminan, ¡son más bien un paseo ligero! Y no olvidemos a *Francisco Ramírez Acuña*, el primer secretario de gobernación de la época genocida de *Felipe Calderón*, quien regresa como el héroe olvidado que nadie pidió.
Pero la verdadera estrella del espectáculo es *Kenia López Rabanal*, brillando en la campaña presidencial de *Xóchitl Gálvez* y asegurando su lugar en la cámara de diputados. ¡Qué increíble coincidencia!
Pero esperen, hay más, también se une a la fiesta de las plurinominales personajes tan frescos como *Margarita Zavala*, *Josefina Vázquez Mota* y *Lili Téllez*, todas ellas listas para revolucionar la cámara de diputados con su renovada visión.
En el *PRI*, que está más en ruinas que un set de película de desastre, nos presenta la dúa dinámica de *Alejandro Moreno* y *Manlio Fabio Beltrones* encabezando la lista al senado. Sorprendentemente, *Beatriz Paredes*, una de las pocas Priistas respetables, queda fuera de la escena. ¡Esas decisiones tan impredecibles!
La política familiar sigue siendo una constante en el PRI y entre las figuras que despiertan cuestionamientos y susurros de desconfianza se encuentran; *Silvana Beltrones*, Hija de Manlio Fabio, su lugar en las listas plurinominales parece ser más un derecho heredado que un logro basado en méritos propios.
La inclusión del ex gobernador de Coahuila *Rubén Moreira* en cualquier lista plurinominal solo sirve para perpetuar la imagen de la clase política desvinculada de la ética.
El *PRD* no se queda atrás, pero el escenario se le complica con negociaciones difíciles y ex gobernadores inconformes. Pero eso les vale poco o nada a *Jesús Zambrano* y *Miguel Ángel Mancera*, los héroes que se niegan a abandonar el escenario, ellos siguen desafiando las expectativas.
Este es un momento de «*crisis*» del sistema de partidos, nos presenta viejos conocidos que hacen que la clase política de este país parezca más una *autocracia de antaño* que una democracia moderna. ¡Un verdadero espectáculo de reciclaje de aspirantes y castas familiares defendiendo lo que creen que por derecho divino les pertenece!
Así que, querido pueblo, disfruten del show mientras los partidos opositores nos muestran que, después de todo, la democracia puede ser tan entretenida como una tragicomedia bien ejecutada. ¡Bravo, bravo, bravo!
QUE TANTO ES TANTITO
La clase política, encabezada por figuras en el PRI, PAN Y PRD que se aferran a sus privilegios como si fueran un derecho divino, presenta un cuadro desolador. Este no es un elenco renovado, sino más bien un repertorio de viejas caras que perpetúan una autocracia disfrazada de democracia. La tan anhelada evolución parece estar más allá del alcance de aquellos que, lejos de representar a la ciudadanía, parecen reencarnar una y otra vez en el escenario político.
El espectáculo de reciclaje de aspirantes y la defensa acérrima de las castas políticas revelan una desconcertante falta de autocrítica y un desprecio por la verdadera esencia de la democracia. En lugar de abrazar la renovación y la inclusión, los partidos opositores prefieren resucitar a aquellos cuyas acciones pasadas han generado dudas sobre su compromiso con el bienestar colectivo.
