Crece la popularidad de AMLO, por manejo de COVID-19; pasa de 60 a 68% en un mes
De acuerdo a una encuesta de El Financiero, la aprobación del Presidente López Obrador recuperó terreno tras dos meses en que se vino abajo.
La aprobación del Presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un repunte de 8 puntos porcentuales, luego de dos meses en que había presentado caídas, de acuerdo al tracking mensual que elabora el periódico El Financiero a la administración federal.
Una encuesta publicada por ese medio revela que el nivel de apoyo ciudadano al presidente presentó un rebote de ocho puntos en aprobación, la cual sube de 60 a 68 por ciento entre marzo y abril.
Además, la ciudadanía tiene una percepción mayoritariamente favorable acerca de cómo el gobierno ha tratado con la crisis sanitaria, con un 53 por ciento que expresa una opinión muy buena o buena respecto al desempeño del gobierno en materia de salud, frente a 29 por ciento que expresa una opinión mala o muy mala.
El mes pasado, el desempeño en salud contaba con 28 por ciento de opinión favorable y una mayoría de 54 por ciento con opinión negativa. Por lo visto, en abril sí hubo un efecto rally de apoyo al primer mandatario ante las amenazas de la pandemia.
Sin embargo, de acuerdo a la encuesta no todo marcha sobre ruedas para la administración federal. Y es que, la preocupación ciudadana en torno a la economía ha crecido y las perspectivas a futuro no son tan halagüeñas entre la población.
De acuerdo con la encuesta, la economía superó a la inseguridad pública como segundo problema principal que el país enfrenta actualmente, al crecer de 12 a 26 por ciento entre marzo y abril.
Además, las percepciones sobre cómo ha sido el desempeño del gobierno en materia económica se volvieron mayoritariamente negativas: la opinión mala o muy mala subió de 40 a 55 por ciento entre marzo y abril, mientras que la opinión buena o muy buena bajó de 43 a 27 por ciento.
Por si fuera poco, el porcentaje de mexicanos que opina que la crisis del coronavirus ha perjudicado mucho a la economía nacional subió de 59 a 81 por ciento entre marzo y abril.
Mientras que la evaluación del desempeño del gobierno de AMLO ante la inseguridad sigue siendo negativa; tuvo un importante aumento de positivos durante el último mes. Y su tendencia a la negativa pasó de 70 por ciento en febrero a 54 por ciento en abril.
Entre marzo y abirl, el porcentaje de entrevistados que señaló que el COVID-19 ha perjudicado mucho la economía de su hogar, pasó de 34 a 50 por ciento. Pero hay más: el porcentaje de entrevistados que reporta que algún familiar perdió su empleo o fuente ingresos en el último mes se triplicó, al pasar de 11 a 32 por ciento entre marzo y abril.
Considerando la pérdida de empleo en conjunto, ya sea del entrevistado mismo o de alguno de sus familiares, el aumento fue de 23 por ciento en marzo a 52 por ciento en abril. Ante estas percepciones negativas sobre la economía tanto nacional como familiar, las expectativas hacia adelante también sufrieron deterioros importantes en el último mes: quienes describen como malo o muy malo su estado de ánimo respecto a la situación económica y financiera personal se volvió mayoritaria al alcanzar 53 por ciento en abril, 9 puntos más que en marzo y 16 puntos más que en febrero. En contraste, el optimismo en este indicador toca su punto más bajo de la serie al situarse en 21 por ciento.
De igual manera, el pesimismo respecto a la situación y perspectivas laborales no ha dejado de crecer desde noviembre pasado, cuando era 21 por ciento, alcanzando su punto máximo en abril, con 50 por ciento.
Si bien esta tendencia viene de antes de la crisis sanitaria, el contexto de la pandemia, el cierre de negocios y empresas, y la caída de la economía, están influyendo a un creciente pesimismo económico entre la población.
De acuerdo con la encuesta, la mayoría de los consultados cree que lo más adecuado ante la crisis es que el gobierno sí reduzca su gasto, en 59%; en contraste, alrededor de un tercio prefiere, el 36%, que lo aumente.
Si bien esa opinión va en sintonía con la austeridad que ha venido anunciando el presidente, para la población reducir el gasto implica también revalorar las obras del gobierno: entre 66 y 69 por ciento de los entrevistados creen conveniente que se cancelen obras como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, de manera que esos recursos puedan ser destinados a aspectos de salud y apoyos económicos.
Además, cuestionados sobre los precios del petróleo, el 79 por ciento coincidió en que la caída en los precios perjudica al país, mientras que el 9 por ciento opina que lo beneficia.