“Vamos a andar
matando el egoísmo
para que por lo mismo
reviva la amistad.
Vamos a andar
hundiendo al poderoso
alzando al perezoso
sumando a los demás.
Vamos a andar
con todas las banderas
trenzadas de manera
que no haya soledad.
Vamos a andar
para llegar
a la vida.”
-Silvio Rodríguez, vamos a andar.
Mucho se ha hablado de los acontecimientos de los últimos días en nuestro estado. Es verdad que ha sido difícil la situación por la que todos y todas hemos pasado, así que quiero compartir algunas reflexiones de fondo, en torno a un tema tan complejo e importante que debemos tomar con muchísima responsabilidad:
Violencia, herencia maldita
1.- El origen del problema es un tema añejo, debemos de recordar las causas que nos llevaron a donde estamos, no para poner pretextos ni para echar culpas, sino para tener claro qué ruta tenemos que seguir ante un problema social y estructural de este tamaño, que se engendró durante años de abandono, de impunidad, de desigualdades y de falta de oportunidades. Un problema que requiere de medidas de fondo para no repetir los mismos errores que se cometieron en el pasado. Es pues, una herencia maldita que nos dejaron las administraciones pasadas en nuestro estado. Un fruto podrido que minó y fue dañando gravemente el tejido social. Un cáncer que se fue expandiendo por todos rincones del estado, que durante mucho tiempo se fue normalizando entre la sociedad y que los Gobiernos anteriores permitieron que creciera –en el mejor de los casos- y se volvieran cómplices -en el peor-.
Atender el problema es…
2.- Se tiene que ver hacia delante, se tiene que pensar en el futuro, atendiendo el presente, aprendiendo del pasado para enfrentar la realidad que vivimos. En este aspecto el gobierno estatal ha hecho un trabajo ejemplar, ya que se ha establecido una coordinación con la Federación que antes no se tenía, incluso una coordinación a nivel municipal con el fin de articular una estrategia integral de seguridad. Actualmente, se construyen 5 cuarteles de la Guardia Nacional y se cuenta con cientos de patrullas nuevas distribuidas en todos los municipios. Como parte de la estrategia de seguridad, ahora mismo hay más de 600 elementos de la Guardia Nacional, se hace trabajo de inteligencia, y se está equipando y capacitando a la policía estatal, además de que se realizan operativos y se da seguimiento para trabajar por la seguridad de todos los colimenses.
¡Todo esto en tan sólo tres meses de gestión y después de recibir un estado en quebranto financiero!
Hacer memoria
Recordemos que el anterior gobierno estatal se gastó hasta una parte de las participaciones federales que le correspondían al gobierno actual, dejando sin salario a los trabajadores.
Recordemos que antes del nuevo gobierno no había prácticamente patrullas en las calles y las pocas que había no tenían ni para gasolina. Es pues, injusta y carente de argumentos sólidos la crítica mezquina que se hace del “abrazos, no balazos”, pretendiendo caricaturizar una visión nacional diferente de afrontar el tema de la inseguridad en el país, construyendo justicia social, construyendo paz, democracia, y estado de derecho.
Primero, porque se invisibiliza la verdadera causa del problema, es estructural y tiene dimensiones sociales, económicas y políticas -como lo hemos señalado con anterioridad- y porque la pura violencia mecánica y sistemática como reacción y única propuesta no sólo NO ha dado resultados, si no que acrecienta el problema.
Segundo, en su informe la gobernadora mencionó que hay más de 2 mil 975 elementos entre Guardia Nacional, Sedena, Marina, Policía Estatal y Policías Municipales que trabajan juntos para lograr la paz y seguridad en nuestro estado. Es mentira que no se esté enfrentando el problema de la inseguridad con hechos y acciones contundentes, sino que ahora se aborda de forma integral e inteligente; nunca se había tenido un estado de fuerza tan grande en nuestra entidad, tan coordinado e interinstitucional como la de ahora, que hiciera un despliegue responsable, en apego al Estado de Derecho y respeto a los Derechos Humanos.
Construir la paz, tarea de todas y todos
3.- Los avances señalados en el anterior punto tal vez no podrán resolver todo el daño que se hizo y que se originó en más de 30 años. Sin embargo, en 3 meses de gobierno, se está actuando y sentando las bases del cambio, porque este gobierno estatal (a diferencia de los malos gobiernos del pasado) actúa con responsabilidad, está presente y atiende los problemas de manera frontal. Es un gobierno sensible, humano, que recorre los diez municipios escuchando a la gente en los diálogos comunitarios, ahí donde se tiene que ir y estar, en las colonias populares y en las comunidades se les escucha y se les atiende, algo que no se había visto en los últimos tiempos.
Por eso, en estas líneas consideramos fundamental defender la esperanza para lograr la paz; la esperanza que se gestó con la voluntad popular de miles de colimenses, que decidieron de forma democrática y pacífica lograr la alternancia y el cambio verdadero en nuestro estado, haciendo historia al asumir la gubernatura una mujer por segunda ocasión en la entidad. Una mujer inteligente, valiente, sensible y capaz que ya demostró que tiene la voluntad y la capacidad para servir y ayudar al pueblo de Colima en sus diferentes responsabilidades de representante popular y funcionaria, sin embargo, es tarea de todos y todas sumarnos a esta tarea, para en unidad, con gobierno y sociedad, cerrar filas para luchar juntos contra la inseguridad.
Es momento de que todos los actores políticos y representantes populares avancemos juntos más allá las diferentes visones e ideas, debemos de preocuparnos y sobre todo ocuparnos porque a Colima le vaya bien, en acompañar al gobierno actual que representa el sueño, la esperanza y el anhelo de un mejor porvenir para nuestro querido estado, porque sólo coordinados y organizados, trazando una misma ruta, construyendo un proyecto en donde quepan todas las voces y todas las opiniones; iremos avanzando hacia construcción de la paz y de la justicia social que tanto queremos vivir y que perdimos hace mucho tiempo. Esta paz tendrá que ir acompañada de justicia social y de bienestar, de cultura, de educación, de posibilidades para la vida digna, de recuperación de los espacios públicos, de la generación de conciencia y fortalecimiento de valores democráticos, con la participación activa y protagónica de todas y todos los colimenses.
