Construir el Tumor (Todos Unidos Contra Morena) en forma teórica resulta una promesa llena de esperanza (alguien, algunas vez, dijo que quería vivir en esa ciudad maravillosa llamada Teoría) la suma de todos los miedos, perdón, de todos los votos de los partidos aliados dígase: PRI, PAN, PRD, Verde, Panal y Movimiento Ciudadano, supone una victoria desde antes de realizados los comicios.
Movimiento Ciudadano ya se dio a la tarea de inscribir en sus filias a los cuadros más conspicuos que, según Locho, le garantizan el triunfo de la elección. –Con esta alianza ¡Ya ganamos! -dicen.
Pero, momento jóvenes –dijera, Cantinflas, el clásico mimo mexicano.
El Tumor opera en la política palaciega, es decir, en el estercolero de siempre. De facto ya hay Tumor operando en Congreso del Estado y está demostrando que la política puede ser un chiquero y lo que sigue.
Es muy improbable que el PRI y el PAN se alíen en forma global para contender en todas las elecciones pero si existen probabilidades de alianzas parciales para competir en distritos donde vean probabilidades de triunfo, sobre todo si su estrategia nacional es ganar el máximo de curules en la Cámara de Diputados. La designación de Jesús Zambrano como presidente del PRD tiene la lógica de crear ese “bloque”: no es una coalición total, sino en los distritos para la Cámara de Diputados donde sea viable vencer a Morena y sus aliados, aproximadamente cien de los 300, así como en varias de las 15 gubernaturas. En la Ciudad de México y Baja California Sur ya es un hecho lo que Gabriel Quadri denominó el Tumor y se negocian ejercicios análogos en Sonora, Zacatecas, Nuevo León, Michoacán, Tlaxcala y hasta Baja California. De Colima todavía no se sabe de una negociación concreta para la realización de dicho frente o alianza.
Una alianza para la gubernatura es muy improbable considerando la existencia de caciques en el PRI y en el PAN que tendrían sus resistencias.
Lo más cercano al Tumor, en Colima, será la toma de Movimiento Ciudadano por el Prian. Bueno, Locho cree que está construyendo una fuerza estatal importando cuadros priistas y panistas a su partido, cuando lo que verdaderamente está sucediendo, es la colonización del MC por el PRIAN y éste parece no notarlo.
La estrategia de MC es, aparentemente, muy inteligente y viable. Las marcas –uy ya me vi muy neoliberal- PRI y PAN están muy gastadas y al sumar sus nombres y logotipos ahuyentan a los potenciales electores. Los duros votarán por lo que les pongan; sin embargo, las figuras priistas y panistas que MC importará provocarán un efecto contrario. Ahuyentarán el voto hacia MC porque las figuras priistas y panistas están muy desprestigiadas, ya no venden. MC en su lucha por ampliar su presencia y base social a nivel estatal provocará exactamente lo contrario. Los cuadros importantes del PRI y del PAN que incluirá en sus planillas harán que su voto caiga más.
No olvidemos que si Locho y Felipe ganaron, en las pasadas elecciones, lo hicieron con cantidades de votos ínfimas y Morena no disputó las posiciones en tribunales porque a nivel nacional su triunfo fue tan arrollador como sorpresivo. Si Morena hubiera disputado las posiciones, muy probablemente, hoy no serían autoridad Felipe y Locho. A eso tenemos que sumarle que compitieron contra candidatos, de muy bajo perfil y de mala fama pública, como lo fueron Perla Vázquez Montes (por cierto, la vividora de Perla, ya está en MC) y Rafael Briceño.
Los cuadros del PRI y del PAN que colonicen al MC no serán purificados por Locho, sino al revés, la marca MC será corrompida. Será una descomposición de MC, que no, una purificación de los cuadros prianistas. MC no salva, no purifica. MC será contaminado. Lo que traerá como consecuencia que la votación de MC se vea reducida y no resulte competitiva y su candidatura a la gubernatura será meramente testimonial. Serán un tumor en las venas del MC.
MC decidió darse a la mala vida, antes que redimirse. Los cuadros del Prian buscan sobrevivir y cualquier salvavidas, para ellos, es bueno, pues perdidos ya están.
Los imagino en campaña bien abrazados Locho y Fernando Moreno. Debemos de reconocer que Locho engañó a muchos haciéndose pasar por decente durante muchos años. La vida le quitó la máscara y hasta resultó ser del bando de los rudos.
Lo único bien definido para la próxima elección es la idea central del programa de dos bandos antagónicos: por un lado estarán los promotores de la lucha contra la corrupción encabezados por Morena y del otro bando estarán los defensores de la corrupción con MC y Prian como protagonistas principales.
Yo hubiera aceptado muchas cosas, si alguien me hubiera platicado este escenario para el 2021 para Colima, menos este escenario donde Locho fuera el abanderado de la corrupción.
Locho será el abanderado de los corruptos de baja ralea y el candidato perdedor de siempre. Locho cerrará la puerta de una época de triste recuerdo de los colimenses: el principio del fin de la corrupción en Colima.
Al sumar Locho al PRI y al PAN a su candidatura; así como sindicatos empresariales y círculo rojo de Colima, en la práctica política, que no en las alianzas formales, se restarán votos que los hará perder muy contundentemente. Como partidos corruptos, mientras más se juntan más votos restan.
Locho, el candidato de los corruptos, será un candidato suma cero. Una candidatura testimonial y una derrota más. El Prian se quedará con las plurinominales, a eso van. Locho se quedará con el estigma del perdedor de siempre.
Hay sumas que dan menos.
