Opinión

Emisarios de la pobreza y la combi de Texcoco

La columna sabatina de Federico López Ramírez

Un sicario es un asesino a sueldo. Es un emisario de la muerte. El individuo ofrece la acción de matar a otras personas como si fuese un servicio, en el sentido que es contratado y obtiene dinero a cambio de cumplir con su tarea.

Los 15+2 diputados del Congreso de Colima son empobrecedores a sueldo. Son emisarios de la pobreza. Los diputados ofrecieron su acción de empobrecer al pueblo de Colima como si fuese un servicio al gobernador, en el sentido que fueron contratados y estos obtuvieron dinero a cambio de cumplir la tarea de endeudar al gobierno con 750 millones de pesos.

Son sicarios de la pobreza y la corrupción.

En la década de los setentas, Luis Echeverría llegó al poder y encontró un México fracturado por los sucesos del dos de octubre de 1968. Carlos Fuentes lo sintetizó en el siguiente dilema: o Echeverría o el fascismo. En otras palabras, el populismo o la derecha fascista al poder. Echeverría proponía más gasto social pero continuación del corporativismo y la derecha el endurecimiento de las formas autoritarias, de las cuales ya habían dado muestras el dos de octubre del 68.

En el año setenta y seis, del siglo XX, López Portillo hizo campaña solo, pues ningún partido político presentó candidato a la Presidencia de la República, porque México experimentaba una profunda crisis política que las elecciones no eran, en  lo más mínimo creíbles. Su lema de campaña fue “La solución somos todos” que el pueblo tradujo en forma instantánea como “La corrupción somos todos”, en alusión especifica al gobierno, los sindicatos y sus organizaciones afines, incluidas, las organizaciones de la iniciativa privada COPARMEX y Consejo Coordinar Empresarial. El pueblo se concebía aparte porque aparte estaba. Había una ruptura abismal entre gobierno y la sociedad. El lema de campaña pretendía incluir, demagógicamente, a quienes ellos habían marginado.

Los 15+2 diputados del Congreso de Colima con trampas, garrotes y policías pretenden endeudar al pueblo de Colima y condenarlo a la precariedad en el futuro próximo; sin embargo, ocho diputados han decido dar la batalla para que ello no suceda. Estos ocho diputados interpusieron una controversia de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Vladimir Parra Barragán, Araceli García Muro, Livier Rodríguez, Arturo García Arias, Rogelio Salinas, Ana Karen Hernández, Mayra Villalvazo y Claudia Aguirre.

En esta disputa se plantean dos vías de revolver el problema: una que propone el autoritarismo, la corrupción y las formas policiacas para enfrentar los problemas, y la otra, la vía democrática y con participación de los ciudadanos y abatimiento de la corrupción.

No es cosa menor lo que se está disputando. Pues otra forma de verlo es: la continuación de la corrupción y el abuso de los políticos o el rompimiento de dichas formas e impulsar un nuevo modelo democrático y con justicia social.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá la palabra en los próximos días y ojalá entre, a fondo, a resolver el caso y no salga con su batea de babas y termine favoreciendo la corrupción.

Lo único cierto, hoy en Colima, es la pervivencia de dos tendencias de ver el problema: la planteada por los corruptos de siempre y su cultura violenta y, la otra, la de quienes quieren transformar esas viejas formas e instalar un gobierno democrático y social.

El esfuerzo de los ocho diputados debe de ponderarse muy bien pues no es fácil enfrentar a todos estos conservadores que mediante la mentira, el engaño, el cinismo, e incluso, haciendo uso de la violencia física pretenden continuar con un régimen decadente, corrupto y abusivo.

Estos ocho diputados han continuado una resistencia jurídica, política y social, que muchos hemos ponderado muy bien, pues goza del consenso de la sociedad colimense.

Esta vía legal de contener a los corruptos y violentos es la última oportunidad de continuar por la vía jurídica y pacifica porque las vías políticas y sociales de resistencia van a continuar. La resistencia de los ciudadanos continuará, con la paciencia y consistencia que nos caracteriza, hasta verlos fuera del poder político.

Los diputados de la vergüenza, es decir, del PRIAN, Partido Verde, Movimiento Ciudadano y PANAL, están decididos a todo, pues su estrategia es obstaculizar todos las acciones que conduzcan a la pacificación de Colima y del país. Su último obstáculo fue rechazar el dictamen número 10, en el que se donan cinco hectáreas para la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional, el pasado 7 de agosto. Además de vendidos han decidido convertirse en enemigos del pueblo colimense y ser el brazo político de la delincuencia organizada.

Su estrategia cínica es hacer valido el lema de campaña de López Portillo “La corrupción somos todos”, pretenden hacer que creer que la corrupción no tiene solución, que la corrupción es innata de los mexicanos. Reconocen ser corruptos pero pretenden arrastrarnos a todos a su misma condición. Cosa totalmente falsa y tramposa. Como ellos son corruptos, y lo aceptan, pretenden hacer que creer que todos lo somos. No, señores vendidos, los corruptos son usted.

Siguen siendo la misma derecha fascista que después de los sucesos del 68 pretenden reinstalar, con las mismas tácticas mentirosas, calumniadoras y tramposas, un régimen autoritario y corrupto. La corrupción siguen siendo ellos, los neoliberales. Ignacio Peralta Sánchez y sus 17 (15+2) diputapetes  cómplices que pretenden atracar al pueblo de Colima.

La SCJN tiene la palabra, ojalá falle a favor del pueblo de Colima y en contra de estos delincuentes.

La SCJN no puede fallarnos ahora.

Vamos a subir a los 15+2 diputados locales y al gobernador, a la combi de Texcoco, y vamos darles una “madrina” el próximo año 2021, en las elecciones intermedias, y vamos a acabar con sus descarados abusos.

Ojalá no se atrevan a presentarse a competir por ningún cargo de elección popular porque la combi de Texcoco los espera el 2021.

No vamos a ser violentos como ellos, la SCJN tiene la llave de la vía pacífica. Las elecciones de 2021 serán el último momento para ponerlos en su lugar, la basura.

La combi de Texcoco los espera. Y en su caso, también, la Unidad de Inteligencia Financiera. No los vamos a dejar ir limpios.

 

Gobierno del Estado de Colima

Fiscalia General del Estado de Colima



Media Lab

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