La crisis por el COVID-19 ha comenzado a hacer mella en los empleos formales en la entidad. Durante el segundo trimestre del año, de acuerdo a cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, se perdieron 4 mil 134 empleos formales.
A ello, habría que sumar la información revelada por el Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Felipe de Jesús Santana Linares, quien sostuvo que al mes de julio el 12 por ciento de los restaurantes colimenses cerraron definitivamente sus puertas ante las bajas ventas que han registrado.
Pero el daño a la economía podría ser mayor. En Colima, el porcentaje de empleos informales creció de 47.5 en diciembre del año pasado a 48.6 en marzo de 2020, según cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).
Ello quiere decir que 167 mil de los 384 mil empleos registrados en Colima son precarios o informales, no gozan de prestaciones como seguro, vivienda o fondo de retiro.
Mientras el Gobierno de México, a través de la Delegación de Programas de Desarrollo, que encabeza Indira Vizcaíno Silva, ha entregado cerca de 10 mil Créditos a la Palabra, con una dispersión estimada de 260 millones 275 mil pesos; el gobierno estatal ofrece créditos de 50 mil a 250 mil pesos para empresas locales, aunque al momento se desconoce cuántos créditos se han otorgado y de qué montos.
