¿El Dream Team de la Corrupción prepara el golpe de timón en el Congreso?
La Opinión de Felipe Ángeles de Colima
Si creímos que haber autorizado ilegalmente la deuda por $750 millones al gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, ahí paraban las traiciones del Dream Team de la Corrupción, nos quedamos equivocados.
Detrás de la renuncia de los diputados de Morena, Guillermo Toscano Reyes, y María Isabel Martínez Flores Diputada al grupo parlamentario de Morena, se viene gestando otra maniobra ilegal para reconfigurar la organización interna y el control del poder legislativo a través de argucias legaloides que permitan nombrar un nuevo presidente en una de las comisiones clave para lograrlo, la Comisión de Gobierno Interno y Asuntos Parlamentarios que actualmente preside el diputado de Morena Vladimir Parra.
Era altamente predecible que después de los comentarios del diputado del blanquiazul Francisco Rodríguez García publicados por el Diario de Colima el 10 de julio (tres días después de la aprobación ilegal de la deuda), donde señaló que Parra Barragán podría perder la presidencia de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios en el Congreso del Estado en virtud de que Morena y PT perdieron la mayoría, los quince diputados del Dream de la Corrupción, se dieran a la tarea de completar el paquete de servicios contratados por el gobernador de Colima José Ignacio Peralta Sánchez e idear el mecanismo, no importa que fuera ilegal, para hacerse del control de esa comisión que no se rige por las mismas reglas de las otras veinticinco comisiones en las que está organizado el congreso, sino que cuenta con un capítulo especial para su regulación.
Lo dicho por el diputado del PAN, Francisco Rodríguez García, al Diario de Colima, carece de sustento alguno, ya que la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Colima, en su artículo 47 primer párrafo, hace clara precisión que dicha Comisión de Gobierno Interno será instalada en la Primera Sesión Ordinaria y durará en su ejercicio todo el periodo constitucional de la Legislatura.
Lo anterior, hace inobjetable cualquier acción que quisiera transitar hacia el despropósito de los diputados opositores. La pregunta esencial: ¿Cuánto dura el periodo constitucional de la legislatura? Tres años, que corren del 2018 al 2021.
Antes de eso, es jurídicamente inviable pretender modificar un acto apegado a derecho que dio al diputado Vladimir Parra la inamovilidad en su encargo.
La inoperancia legal, entonces, de la intención de irse por la vía pretendida por el diputado Paco Rodríguez, se confirma con la presentación de una iniciativa presentada por el otrora morenista el legislador Miguel Angel Sánchez Verduzco, coordinador de la bancada del PVEM, cuyo mensaje recogió nuevamente el Diario de Colima el 14 de julio, donde se señala que presentó una iniciativa para modificar la Ley Orgánica del Poder Legislativo a fin de que «ya no sea quien tenga la mayoría de los Legisladores, sino que en una reunión de coordinadores se decida quién va a ser el Presidente» de la Comisión de Gobierno Interno.
Al igual de inviable que la pretensión del diputado Rodríguez, igual de arbitrario y violatorio es la norma la propuesta del diputado Sánchez Verduzco; ya que podrán modificar la Ley Orgánica del Congreso, pero no podrá ser observada su aplicación para este periodo constitucional, sino hasta el siguiente (2021-2024), en virtud de un claro principio de certeza jurídica y axioma legal de irretroactividad a toda ley que venga en detrimento de los Derechos Humanos de cualquier persona, cuando más en los de un diputado en quien se deposita la representación y voluntad de un pueblo, a menos, claro está, que deseen incurrir en otro acto más de ilegalidad y se expongan, a que su decreto de ley sea impugnado en los tribunales, con todas las de ganar por parte de la fracción morenista.
La iniciativa del diputado del PVEM me hace recordar, en cierto sentido, a la famosa «Ley Bonilla» que fue desechada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y calificada por el Presidente Magistrado Arturo Zaldívar, como un fraude a la Constitución. Por lo que de sufrir el inminente agravio y ser removido como presidente de la comisión de marras el diputado Vladimir Parra, sería el equivalente a un fraude a la vida institucional de la casa del pueblo, el Congreso del Estado, donde sin lugar a dudas, la democracia y la vida parlamentaria deberían estar a salvo y jamás expuesto al capricho de la corrupción de la que hoy están impregnadas las voluntades de los legisladores de oposición.
Es un hecho que el sistema de pesos y contrapesos constitucionales en nuestro estado se encuentra en modo «stand by», y con la ausencia clara de un orden democrático dentro del Congreso, frágil y vulnerado, pero no por ello, sin la esperanza que nos dan gente como Vladimir Parra, Blanca Livier Rodríguez Osorio, Claudia Aguirre, Ana Karen Hernández Aceves, Araceli Garcia Muro y Arturo García Arias, que luchan por reestablecerlo. Por algo, MORENA representa la «esperanza»; no es un eslogan es una forma de ser, algo intrínseco a la personalidad de quienes nos representan y que debemos exigir en las próximas elecciones.
A manera de colofón
Leí una de las pestilentes Glorietas del Diario de Colima, brazo propagandístico del gobernador del estado, que dice que «la otrora mayoría legislativa de Morena ya no es una bancada, es desbancada, gracias a Vladimir Parra».
En algo estoy totalmente de acuerdo, gracias a Vladimir, se ha dado la depuración de su grupo parlamentario; gracias a Vladimir y a su tesón por no corromperse ni dar un paso atrás, los corruptos se quitaron al fin las máscaras y se fueron del lado que debían haber estado siempre, con los traidores al pueblo.
Los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional, aunque con menos legisladores en su grupo, han salido inermes de la presión monetaria a la que cedieron sus otros compañeros. La desbandada de diputados de Morena, entonces, no es más que la confirmación a un vil acto de traición de quienes de manera artera y descarada, escucharon los pesos que los invitaban a así hacerlo, y no los contrapesos que debían ofrecerle al pueblo que los eligió.
Haberse aliado con un gobernador que se encuentra en el penúltimo lugar de la tabla de los reprobados, los coloca por consecuencia a estos diputados exmorenistas y a los que lo apoyan, en el mismo lugar que este. Esperaré con ansías el 2021, para ver como serán aplastados por el repudio de la gente que no olvidará jamás esta afrenta. Porque como dijo AMLO, el pueblo es sabio y no olvida.