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Sucesión rectoral en la UCOL

La Opinión de Abel Palomera Meza

No hay duda de que la Universidad de Colima es la máxima casa de estudios de los colimenses. Sus más de 28 mil alumnos y más de 2 mil profesores así lo confirman. También, es el ente público que más recursos económicos y poder político maneja, después del Ejecutivo estatal, pues da empleo a casi 5 mil trabajadores, de los cuales 3,500 son de base y 1,400 son de confianza, así como tiene un gasto público anual superior a los 2 mil millones de pesos. Es, además, una de las muy pocas instituciones en el estado, que goza de autonomía para organizar su propio gobierno, sin posibilidad de intromisión por parte del Gobernador, el Congreso del Estado o cualquier otro poder, público, privado o social.

Por eso su proceso de sucesión rectoral, el cual ya está cercano a acontecer, no puede pasar desapercibido. El Rector de la Universidad de Colima es, de acuerdo a su Ley Orgánica, el jefe nato de la Universidad y su representante legal. Es, en adición, el ejecutor de los acuerdos del Consejo Universitario, que es el máximo órgano de gobierno de la misma. En términos más claros, el Rector hace las veces de Poder Ejecutivo y el Consejo Universitario toma la forma del Poder Legislativo, con la diferencia de que el Rector es también Presidente del Consejo Universitario. Otra diferencia es que el Rector tiene la facultad legal de tomar las decisiones que sólo corresponden al Consejo Universitario, cuando éste no pueda reunirse.

Imposibilitado legalmente a correr por un tercer periodo, el actual Rector de la Universidad de Colima, C.P. José Eduardo Hernández Nava, terminará su segundo mandato rectoral el último día del mes de enero del año 2021, restándole ya sólo seis meses. En este tiempo, entre julio de 2020 y enero de 2021, deberá activarse el mecanismo de elección del titular de la Rectoría, en el que el Gobernador del Estado, la Junta de Auscultación Electoral Universitaria y el Consejo Universitario serán las únicas tres instancias protagonistas. Por ello, antes de dejar la administración estatal, será al licenciado José Ignacio Peralta Sánchez a quien le toque intervenir de manera casi determinante en quien, al menos por los próximos cuatro años, será el mandamás de la Universidad de Colima.

¿Cómo se elige a un nuevo Rector? Sin existir reglamentación interna para ello, la Ley Orgánica de la Universidad de Colima marca, como primer paso, que el Consejo Universitario, reunido en sesión, integre una lista de diez miembros de la comunidad universitaria que será presentada al Gobernador en turno para su consideración a efecto de, como segundo paso, conformar la Junta de Auscultación Electoral Universitaria. ¿Cómo se conforma esta Junta? Se integra de un total de siete miembros. Los primeros cinco son seleccionados por el Gobernador, de entre la lista de diez posibles que se le envío previamente. El sexto miembro de la Junta es un representante de la Federación de Estudiantes Colimenses (FEC) y el séptimo es un representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC).

En un tercer paso, la Junta de Auscultación Electoral Universitaria presenta al Consejo Universitario la terna (de tres) de entre la cual se elegirá al Rector. En un cuarto y último paso, el Consejo Universitario, con el voto de al menos la mitad más uno de sus integrantes, elige al nuevo Rector de la Universidad. En un escenario extraordinario, de no elegirse de entre la primera terna, la Junta de Auscultación podrá presentar hasta dos nuevas ternas, las que, en ambos casos, deberán tener nombres diferentes de los presentados y rechazados con anterioridad. Quien tome protesta e inicie labores a partir del 1º de febrero de 2021, se convertiría en el Rector número 20 en la historia de la Universidad de Colima.

Aunque no está plenamente regulado, ha sido tradición que el Rector saliente anuncie, de facto, el inicio formal del proceso de sucesión rectoral, por lo que será decisión del C.P. José Eduardo Hernández Nava, adelantar el proceso y despejar dudas, o dejar hasta último minuto la incógnita de quién tomará las riendas ejecutivas y administrativas de la Universidad de Colima, la más importante del estado. Se ha dicho que Rector saliente no pone Rector entrante, pero eso dependerá de la estrategia y hoja de ruta que se defina en las próximas semanas, cuando por inercia se comience a manejar, primero en los corridillos de la universidad y, después, en todo el estado, los nombres de los personajes que tengan intención de llegar a ser.

El siguiente Rector deberá ser una persona preocupada por la Universidad y comprometida con resolver sus problemas históricos y presentes, sobre todo los de índole financiera. Deberá ser alguien con una visión transversal y al mismo tiempo de largo horizonte, que le garantice estabilidad aunque también dinamismo, que decida con firmeza y lidere con fuerza, sin embargo, tenga capacidad de diálogo y conciliadora.

Estos nuevos tiempos requieren un Rector con visión de comunidad, para unir a los que siempre han estado, a los que se alejaron y a quienes poco se han sentido representados con anterioridad. La Universidad de Colima no es de unos cuantos, de un grupo o de quienes de pronto llegan al poder público y se asumen capaces de definir su destino. La Universidad es de todos quienes ahí hemos participado, trabajado, estudiado y aportado. Porque la Universidad es una sola, en su paso, en su presente y también en su futuro. La Universidad siempre merece más. Por hoy, es todo.

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