Opinión

¿Golpe de Estado blando en los Estados Unidos?

Por Federico López Ramírez

Las masas invadieron el Capitolio en los Estados Unidos y el mito de la democracia norteamericana se desvaneció como pixeles voladores de una fotografía digital de bajo presupuesto.

El imperio norteamericano entró en una fase acelerada de decadencia que presagia un espectáculo portentoso. Roma tardó en caer y América, al parecer, acelera su caída como domino de fantasía.

La redes sociales fueron el instrumento que sirvió para propalar lo que el mundo llamó la Primavera árabe que comenzó en Túnez siguió Egipto, Libia, Yemen, Bahréin y Siria. Estos pueblos se comunicaron, por las redes sociales, sus reivindicaciones de reformas políticas y justicia social que terminó malogradamente en más guerra y violencia. Todo por el poder globalizador de las benditas redes sociales.

México en 2018 gracias a las benditas redes sociales logró sacar al Prian de Los Pinos e instaló en Palacio Nacional un gobierno democrático y revolucionario.

En los EE. UU. las benditas redes sociales mostraron sus garras amenazantes, autoritarias e implacables y al censurar a Donal Trump y mostraron su lado negro. Facebook y Twitter dijeron esta voz es mía y sólo mía y se aliaron al capital financiero que, políticamente lideran los demócratas, para decir que la gente solo tendrá voz mientras ellos lo quieran.

Muchos celebraron este acto pues consideran que Donald Trump es un fascista (y lo es) y por lo tanto debe ser callado a cualquier precio porque el interés superior de la democracia así lo demanda. Falso. Negarle a alguien su libertad es negarnos en el futuro nuestra propia libertad de expresión. Noam Chomsky dijo: “Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”.

El seis de enero fue un día negro para la libertad de expresión y traerá consecuencias en las futuras formas de usar las redes sociales.

En Estados Unidos se está gestando un movimiento social sin precedentes que nadie quiere ver pero todos lo interpretan como la pesadilla de un solo hombre. Todo lo reducen a las formas desatentas de Donal Trump, nada más alejado de la realidad.

En Estados Unidos se está gestando un movimiento de derecha muy fuerte que la visión hipócrita de los demócratas en su supuesta defensa de los valores democráticos es una vil simulación.

El pueblo norteamericano no se ve representado en los dos partidos tradicionales el demócrata y el republicano y está gestando en su seno la construcción de nuevas formas de tomar decisiones donde sea la gente la que decida.

La imagen del seis de enero es muy elocuente. En el Capitolio sesionaban conjuntamente, los que mandan, los representantes y los senadores. En las calles estaba un colectivo de gente que quiere ser tomada en cuenta. En los EE.UU. quedó claro el  evidente divorcio entre los políticos y la gente.

Mala lectura hacen los demócratas al imponerse en el poder. Podrán tener el poder pero no el consenso del pueblo americano.

Las televisoras y el capital financiero se salieron con la suya y tendrán un presidente de utilería, un maniquí. Pero en las calles la policía seguirá matando negros y latinos. En las calles los supremacistas blancos se seguirán manifestando y enfrentando a los afroamericanos, latinos, asiáticos, entre otros, porque un nuevo orden político se está gestando en los Estados Unidos y los demócratas al igual que en México lo hizo el Prian, técnicamente decidieron hacerse del poder por medio del fraude electoral, pero más temprano que tarde serán barridos por la realidad como le pasó al Prian. Eso ya no dura. La gente no está para soportar más despotismo de los dueños del capital financiero. Las minucias del fraude las conoceremos al tiempo. En México ya vimos esa película.

Estados Unidos está que arde y las redes sociales serán rescatadas por la sociedad y los gringos tendrán su primavera. A la genta, después de esta pandemia, no la detiene nadie.

Las redes sociales van a cambiar no pueden estar en manos de particulares que ya vimos de lo que son capaces.

Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, no fue electo por nadie, por ninguna sociedad; por tanto, no tiene derecho a decir quién dice qué, cómo y cuándo. Este tipo, el seis de enero, hizo equipo con el capital financiero. A lo largo de cuatro años, en el gobierno de Joe Biden, sabremos el costo de su acción concertada con el capital financiero.

Por lo pronto la pandemia ya provocó su primera víctima política: los Estados Unidos. Pronto sabremos de qué tamaño es su gravedad.

Los árabes tuvieron su primavera de sangre, los gringos y las redes sociales, arribaron a su invierno negro este día de Reyes de 2021.

 

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