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Gobernadores rebeldes a la 4T se reunirán en Hotel «fifí» de Comala; los une el dispendio y la deuda en sus estados

Como cada viernes desde hace tres semanas, el grupo de siete gobernadores de oposición al Gobierno Federal y a las políticas de austeridad de la Cuarta Transformación, se reunirá para delinear estrategias políticas para enfrentar los actuales escenarios económicos, políticos y sociales derivados por la pandemia de COVID-19.

De acuerdo al periodista Max Cortés, de La Mejor FM Noticias, este viernes 29 en la excéntrica Hacienda de San Antonio, los gobernadores de occidente José Ignacio Peralta Sánchez (Colima), Enrique Alfaro Ramírez (Jalisco), Silvano Aureoles (Michoacán), así como los gobernadores del norte, Miguel Ángel Riquelme (Coahuila), Jaime Rodríguez (Nuevo León), y Francisco García Cabeza de Vaca (Tamaulipas), José Rosas Aispuro (Durango), se van a reunir.

Esta agrupación de gobernadores ha sido denominada como Norexit y los unen las diferencias con el Gobierno de la Cuarta Transformación que ha buscado la austeridad y la justicia social; mientras que estos gobiernos estatales mantienen tendencias neoliberales en sus ejercicios de gobierno.

La Hacienda de San Antonio es un hotel de máximo lujo en el que rentar una habitación por noche cuesta más de 27 mil pesos.

La primera reunión

La primera reunión a la que acudieron los gobernadores de Colima, Michoacán, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas y Durango se desarrolló en Morelia, Michoacán el 15 de mayo; mientras que en Parrás, Coahuila, se dieron cita el viernes pasado.

Hace dos semanas, el Gobernador del Estado, José Ignacio Peralta Sánchez , asistió a un encuentro en Michoacán con gobernadores de seis entidades del país en las que acordaron unir esfuerzos para que sea cada administración estatal la que decida el rumbo y ritmo en que se retomarán las actividades económicas tras las medidas de aislamiento social durante la pandemia del Covid-19; con lo cual estarían distando de las estrategias planteadas por el Gobierno Federal.

De acuerdo con una crónica del Heraldo de Saltillo, estos mandatarios han mantenido conversaciones desde hace dos meses dónde han manifestado su descontento por las políticas de AMLO para enfrentar la pandemia.

Por su parte, Enrique Alfaro ha externado que existe una falta un plan de apoyos al sector empresarial; mientras que su homólogo de Michoacán, Silvano Aureoles, publicó en su cuenta de Twitter el 16 de abril insuficiencia en las participaciones federales para el sector salud, además de denunciar mala calidad en insumos médicos.

En el caso de Nacho Peralta, ya desde el 18 de marzo -un día después de la confirmación del primer caso positivo al nuevo coronavirus en Colima- emitió la declaratoria de emergencia con el cierre temporal de negocios de giro no esencial, restaurantes y bares; así como la cancelación de eventos masivos. Esto significó, adelantarse a la decisión del Gobierno Federal para emitir medidas de distanciamiento social.

Pese ello, hay que recordar, que todo apuntaba a que la administración colimense se alinearía a las decisiones del Gobierno Federal, toda vez que el 12 de mayo, el  mandatario estatal  participó en una reunión virtual encabezada por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela; en la que los con gobernadores de las entidades del país expusieron  las inquietudes respecto a la reanudación de la vida económica y social. En el boletín de prensa, no se hacía alusión a un posible desencuentro de JIPS con lo acordado por las dependencias federales  «por lo que se pronunció a favor del regreso a las actividades comerciales de forma paulatina».

En la Reunión Interestatal Covid-19 celebrada en Morelia, Michoacán, a la que asistió el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, se pactó conformar grupos de trabajo en los ejes de construcción de la nueva normalidad, reactivación económica por etapas, protección prioritaria a grupos vulnerables y viabilidad financiera.

Quieren salir del Pacto Federal; pero endeudan a sus Estados

Algunos gobernadores de este grupo han expuesto su desacuerdo con las obligaciones que la Federación ha dado a las entidades federativas y que no van acompañados de los recursos correspondientes. Por ello han buscado una ruta legal para presentar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la solicitud del pago resarcitorio de los gastos transferidos por la federación a los Estados para la atención de la emergencia sanitaria del Covid-19.

La semana pasada el gobernador de Jalisco pidió al Congreso de su Estado la autorización de un crédito por 6 mil 200 millones de pesos, mismo que le fue autorizado por la mayoría de su Partido Movimiento Ciudadano, PAN y Partido Verde; el año anterior ya le había sido autorizado un empréstito por 5 mil 500 millones de pesos.

En Colima, ha trascendido que el Gobierno que encabeza José Ignacio Peralta Sánchez, pretende obtener una autorización de crédito de entre 600 y mil millones de pesos, con el argumento de que es necesario para la atención de la emergencia sanitaria en la entidad.

Sin embargo, la alianza mayoritaria en el Congreso del Estado, representada por Morena y PT, le ha anunciado de manera constante que su solicitud será rechazada.

Derroche en plena pandemia: Vladimir Parra

Mientras tanto, el diputado Vladimir Parra Barragán, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado y presidente de la Comisión de Gobierno Interno, criticó la reunión y lamentó el «derroche en plena pandemia y crisis de inseguridad».

 

 

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