Opinión

Colima no es un psiquiátrico para que la gobierne un Locho

Por Carlos Ramiro Vargas

Como estamos viendo, el alcalde de Colima, 2018/021, Leoncio Morán Sánchez, por tercera vez en su vida, aspira formalmente a ser gobernador de Colima. La primera vez, fue derrotado por el tecomense, Silverio Cavazos, PRI, en el año 2005, con el 51.50 por ciento de los votos emitidos contra 47,62 por ciento del PAN y Leoncio Morán; siendo por cierto, Silverio Cavazos Ceballos, el único gobernador que del 2005 al 2009, enfrentó como nadie, llámese PRD o Morena hoy, a la mafia dictatorial y totalitaria además de pri/porril, enquistada como toda una super/estructura político policiaca y administrativa, más que científica y académica, en la Universidad de Colima, -desplazando del poder estatal y dentro del PRI colimense como nunca les había sucedido,  a sus máximos jefes enquistados desde 1974 en la ya mencionada UdeC-, el Matarife mayor del estado y también ex gobernador colimote, 1997/2003, Fernando Moreno Peña, así como al actual titiritero de Ignacio Peralta Sánchez, supuesto gobernante de nuestro estado, que no es otro que Arnoldo Ochoa González, ex secretario general de gobierno peraltista, hoy flamante secretario del PRI estatal y máximo asesor de la candidata priísta a la gubernatura de Colima, Mely Romero.

La segunda ocasión en que Morán Sánchez fue derrotado en su ansia de ser gobernador, ocurrió en el 2016, ocasión en que se quedó en tercer lugar, muy alejado del panista Jorge Luís Preciado y su amigazo, Ignacio Peralta Sánchez, obteniendo alrededor de 35 mil votos ubicados principalmente en Colima capital y su conurbación, VA, y el norte de nuestra entidad. Contra más de cien mil de Preciado Y Peralta.

Y ahora, presentándose como el único candidato puro de influencias priístas, vuelve por sus anhelos de poder, cuando ha sido un chasco como alcalde en este su segundo periodo y en todos los rubros importantes de la vida municipal. Empezando por el de la seguridad y su mentada policía municipal. Abocada por órdenes de Morán Sánchez a robar, perdón, multar, a cuanto automovilista cometa la más mínima infracción, mientras el pri/mafioso y bandido de cuello blanco, con sus vehículos propios y los de sus 15 guaruras o judiciales mal encarados, pagados por todos los ciudadanos, Fernando Moreno Peña; trepándose a la banqueta de su lúgubre  mansión ubicada en la avenida Sevilla de Río, con otras dos camionetas de respaldo, es absolutamente intocado por la inútil policía municipal, lochista. He ahí el ejemplo vivo de lo que es y será el hipotético gobierno de Leoncio Morán.

II: Y cuando Leoncio Morán presume de su pureza ideológica y política, no ha parado de hacer alianzas para esta su tercera campaña,  con destacados ex priístas,  como el charro sindical Martín Flores, líder del sindicato único de trabajadores al servicio del Gobierno estatal, dos veces diputado local plurinominal por el PRI, la última del 2012 al 2015 en la gubernatura anguianista, y por cierto, máximo defensor del ex gobernador Mario Anguiano, pues durante el año pasado movilizó a cientos de sindicalizados de su gremio burocrático, para defender rabiosamente al ex mandatario estatal aludido, acusado por el desvío de por lo menos 500 millones de pesos, desde el mismo entorno peraltista;  o como Federico Rangel, ex alcalde prísta capitalino, 2012/015, ex Secretario de Educación, ex líder de la sección del magisterio local y su sección 39 del SNTE, quien al igual que hizo el ex alcalde porteño Virgilio Mendoza, renunció a sus aspiraciones a la gubernatura en el 2015 para que el ungido fuese Ignacio Peralta, -por no decir impuesto por el, en ese entonces, poderoso Secretario de Economía peñanietista, Luís Videgaray-; quien en su atroz des gobierno prianista han ocurrido las peores matanzas de las que Colima tenga memoria. Sólo desde el 2016 a la fecha.

Así que como Virgilio Mendoza, PVEM, quien es el aspirante a la gubernatura con el ánimo más  incluyente de todos, Federico Rangel, para ser creíble ante los 130 mil becados por Morena, y directamente por Indira Vizcaíno en su rol de vi/reina lopezobradorista, -así como ante la mayoría de votantes y ciudadanos, que difícilmente en su mayoría dejaran de apoyar a Morena-, tendrá que deslindarse públicamente del apoyo y espaldarazo dado al Genocida por omisión y negligencia, Peralta Sánchez.

Dado que en el 2015 cualquiera de los dos, especialmente Virgilio Mendoza, hubiese ganado mucho más fácilmente la contienda gubernamental y sin una obligada y ominosa segunda vuelta electoral,  contra el panista JL Preciado.

Algo semejante tendrá que hacer Leoncio Morán, el mayor aliado de este pri peraltista gobierno de muerte,  pues los más menos 35 mil votos que le arrebató desde la extrema derecha que representa, con el partido MC, -Movimiento Ciudadano-, al panista Jorge Luís Preciado en 2016, hubiesen evitado la derrota de quien en esos momentos representaba desde Acción Nacional, los más fuertes sentimientos anti/priístas y anti pri/porriles en todo Colima. Duélale a quien le duela. Y pésele a quien le pese.

Especialmente al mayor merolico amloista que tenemos en nuestra triangular entidad, el diputado morenista, Vladimir Parra.

-Por tanto, los 5000 ajusticiados, los 1, 500 desaparecidos, o los casi mil feminicidios acontecidos en este gobierno de muerte, del 2016 a la fecha, son co/responsabilidad de los tres mencionados.

Cuando el municipio de Colima, junto con el de Manzanillo y Tecomán, han estado en el top nacional e internacional,  de asesinatos dolosos y provenientes del crimen organizado, durante los últimos tres años.

Sin olvidar que el municipio de Colima es el primero en robos a casas habitación, y hurtos contra ciudadanos en general.

Habiendo comentado lo anterior, en realidad, Leoncio Morán es ha sido y será, un político del montón, pues como todos los que han trascendido a la aldeana y podrida política estatal, han encontrado su Rubicón al dar el salto hacia diputaciones federales o senadurías, donde se muestran absolutamente incompetentes para aportar algo positivo a la solución de los grandes problemas nacionales.

Y para que me entiendan estimados lectores, el 19 de octubre del 2011, en plena Cámara de diputados en san Lázaro, Leoncio Morán pasó a la historia diputadil, -no por haber aportado algo en el asunto de la Revocación de Mandato-, que era el tema central a discutir ese día, sino por su zafarrancho con el conocido y muy controvertido morenista, Gerardo Fernández Noroña, a quien en su odio rabioso a todo lo que sea auténticamente de izquierda y socialista, Leoncio Morán Sánchez, en lugar de cuestionarlo en temas de interés nacional, cobarde y misógino como es, le saco a relucir que él, Noroña, andaba ofreciendo a su guapa secretaria como envuelta en apretado moño, a quien quisiera disfrutarla.

De tal modo, que además de sacarle a los trancazos con el impetuoso Noroña, ya para el 25 de octubre, la secretaria aludida junto con sus hijas, interrumpieron la sesión en el Congreso, con cartelones aduciendo que el diputado panista Leoncio Morán, era además de cobarde un calumniador de una mujer trabajadora y decente.

Echándose de paso en su contra, a la mayoría de los diputados/as federales en ese momento, en el que por gusto propio Morán Sánchez se había asumido como el chucho bravo de la ex candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota.

Ya entrados en la pugna, Noroña le mostró con documentos periodísticos en la mano, otra de sus misóginas agresiones, cómo en el 2006, donde después de renunciar a su proselitismo para Senador por el PAN, intempestivamente renunció a esta campaña electoral a la alcaldía, irrumpiendo a gritos y sombrerazos en las oficinas de la presidencia municipal,  expulsando de su escritorio a la alcaldesa suplente, la señora, María de los Ángeles Jasso.

También Noroña, le recordó al “incorruptible” Morán Sánchez, cómo, el en ese entonces gobernador colimote, Fernando Moreno Peña, 1997/2003, lo exoneró de su crimen, cometido en 1994, contra el humilde jardinero de 55 años, a quien Morán Sánchez atropelló en su vehículo para luego huir inmediatamente, dejando agonizando al trabajador arrollado por la imprudencia anómala de un junior y oligarca, como es y ha sido siempre, el hoy candidato a gobernador por el partido, MC, que en nada se parece al lúcido  Movimiento Ciudadano jalisciense, encabezado por mi amigo, el gobernador del vecino estado, Enrique Alfaro Ramírez…

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